jueves, 5 de noviembre de 2009

En el bolsillo

¡Ay! Dicen que me quejo por quejarme cuando mis bolsillos están llenos de posibilidades. Yo no hago más que rascármelos y no hallo nada. A veces encuentro alguna moneda perdida cuando los reviso para meterlos a la lavadora; y entonces me alegro. Pero eso no es una posibilidad; si acaso de mascar un chicle. Y últimamente a los chicles se les acaba muy rápido el sabor. La culpa la tienen los polvos. ¡Para todo sirve un polvo! Aromatizar, conservar, edulcorar, colocar y relajar. Las opciones son varias. Los polvos infinitos. Campanilla los tiene mágicos, pero es un poco egoísta y nunca los comparte. Hay gente que les tiene alergia, algunas personas no quieren tener nada que ver con ellos y otras abusan demasiado.
Pero yo estaba hablando de mis bolsillos. Los que tienen posibilidades que no veo. Yo creo que tienen agujeros pero no los encuentro así que no los puedo coser. Atando cabos: no tengo bolsillos.

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